Infertilidad/Esterilidad: Estoy feliz por ti, pero triste por mí

Querida amiga:

Que felicidad sentí cuando recibí la noticia de que estás embarazada. Cuántas cosas hemos vivido y celebrado juntas. Conocemos la vida y las historias de la otra. Pero por el amor que te tengo debo ser honesta: Estoy feliz por ti, pero triste por mí. Creo que te debo explicarte y quizás sea difícil de entender, pero me siento feliz por ti porque estás feliz, porque vas a ser mamá, porque puedo ser parte de tu vida en esta nueva etapa; y al mismo tiempo me siento triste por mí. Me hubiera encantado que pudiéramos vivir esta etapa juntas, ambas embarazadas, cuantas veces fantaseamos sobre eso. Me siento triste porque ver el desarrollo de tu embarazo me recuerda el anhelo de mi corazón por muchos años; porque he intentado e intentado y no lo he logrado; porque ver tu vientre crecer me recuerda que el mío está vacío; porque verte dar la noticia me recuerda las tantas veces que he ensayado cómo le diría a mi familia que estoy embarazada. No quiero estar lejos, no tengo envidia, tengo tristeza porque verte me recuerda el sueño que me ha costado tanto.

No me excluyas por temor a mis sentimientos porque sí, he llorado y sí, voy a llorar, pero no se trata de ti, se trata de mí, de este camino que ha sido duro. A la vez enfrento el temor de perderte, perder nuestras reuniones y encuentros porque así he perdido a tantas personas en mi vida. Quiero acompañarte en cada paso porque eso me da esperanza y la oportunidad de descubrir a través de ti como se desarrolla mes a mes el sueño que tengo hace años. Si te miro y te hago preguntas contéstalas con amor, estoy absorbiendo a través de ti uno de los momentos más transcendentales en la vida de una mujer, porque me intesesas, porque eres parte de mi vida. Si te doy consejos acéptalos, siempre ha sido nuestra costumbre ayudar a la otra y en este momento te ofrezco lo que sé por amor. Sé que otras madres te pueden guiar en esta nueva etapa porque lo han vivido, pero yo también quiero ayudarte como siempre lo he hecho. Si me ves llorar no te preocupes, me voy a reponer. Si tomo espacios de silencio, no te preocupes, los necesito para desahogarme y continuar.

Lo que quiero que entiendas es que cualquier emoción que veas no se trata de ti, se trata de mí, de esta temporada que he vivido, de las emociones que provoca la infertilidad y no es fácil enfrentarlas. Pero debes estar segura de que aunque me siento triste por mi, estoy inmensamente feliz por ti.

Atentamente,

Una mujer que atraviesa infertilidad